Misión de paz en un avispero
Sigo sin entender una serie de cosas que no puedo comprender por mucho que he reflexionado sobre este asunto. Lo cierto, es que a veces el lenguaje es una máquina de sorpresas, que dependiendo dónde se coloquen las comas o cómo se usen las palabras, el significado se altera y es capaz de ocultar las verdades del barquero que por mucho que las disfracen no deja de ser la realidad cotidiana de cada día.
Leyendo el periódico mientras me iba a incorporarme de nuevo al curro (se me acabaron las vacaciones, leche!) se me saltaron los ojos como órbitas, al descubrir como las cosas se pueden manipular mediante la simple manipulación del lenguaje.
Si antes decía mi gobierno que estar en Irak, era ilegal porque estábamos en una guerra, ahora resulta que está bien irse a Afganistán, porque vamos en misión de paz. Hasta ahí, la cosa parece que el significado de las palabras es el correcto. Pero leyendo más abajo, descubro que los soldados de mí país, se van a un avispero peor que el de Irak. Se van ni más ni menos que a territorio comanche, por mucho que digan que ahí, no hay talibanes. Aunque no haya tipos con ganas de rebanarnos el cuello, hay algo en ese sitio donde van que son Los señores de la Guerra, que en su mayoría, son varias tribus con muy mala leche, traficantes de opio al por mayor y que además todos andan a la gresca.
¿Dónde está entonces la diferencia? Si en Irak todos andan la al gresca, en Afganistán es peor aún. Máxime porque mi gobierno, envían a los soldados a una zona donde serán el objetivo principal si ven amenazado su chiringuito de producción de caballo a granel, y aunque nos venden la burra de la misión de paz, a lo que van, es a otra guerra. Una guerra donde es un todos contra todos, donde quien hoy es tu amigo, mañana es tu peor enemigo, donde allí impera la ley del más gárrulo y manda quien más hectáreas de amapola dormidera tiene, con ejercito privado a su servicio.
¿Dónde están ahora los del No a la Guerra? pues disfrutando del aumento de subvenciones que mi gobierno les ha concedido por los servicios prestados. Y aunque lo apruebe el parlamento, y nos lo quieran vender como misión de paz, esos votos huelen a heroína.
A veces el lenguaje, tiene esa faceta de manipulador de mentes, pues desgraciadamente, casi nadie lee la letra oculta en el canto de la moneda. Así nos va.
Leyendo el periódico mientras me iba a incorporarme de nuevo al curro (se me acabaron las vacaciones, leche!) se me saltaron los ojos como órbitas, al descubrir como las cosas se pueden manipular mediante la simple manipulación del lenguaje.
Si antes decía mi gobierno que estar en Irak, era ilegal porque estábamos en una guerra, ahora resulta que está bien irse a Afganistán, porque vamos en misión de paz. Hasta ahí, la cosa parece que el significado de las palabras es el correcto. Pero leyendo más abajo, descubro que los soldados de mí país, se van a un avispero peor que el de Irak. Se van ni más ni menos que a territorio comanche, por mucho que digan que ahí, no hay talibanes. Aunque no haya tipos con ganas de rebanarnos el cuello, hay algo en ese sitio donde van que son Los señores de la Guerra, que en su mayoría, son varias tribus con muy mala leche, traficantes de opio al por mayor y que además todos andan a la gresca.
¿Dónde está entonces la diferencia? Si en Irak todos andan la al gresca, en Afganistán es peor aún. Máxime porque mi gobierno, envían a los soldados a una zona donde serán el objetivo principal si ven amenazado su chiringuito de producción de caballo a granel, y aunque nos venden la burra de la misión de paz, a lo que van, es a otra guerra. Una guerra donde es un todos contra todos, donde quien hoy es tu amigo, mañana es tu peor enemigo, donde allí impera la ley del más gárrulo y manda quien más hectáreas de amapola dormidera tiene, con ejercito privado a su servicio.
¿Dónde están ahora los del No a la Guerra? pues disfrutando del aumento de subvenciones que mi gobierno les ha concedido por los servicios prestados. Y aunque lo apruebe el parlamento, y nos lo quieran vender como misión de paz, esos votos huelen a heroína.
A veces el lenguaje, tiene esa faceta de manipulador de mentes, pues desgraciadamente, casi nadie lee la letra oculta en el canto de la moneda. Así nos va.
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Declan PainKiller -
CAPITAN CALANDRAKA -